Un aspecto de crucial importancia para México es articular eficientemente los sectores académico (universidades y centros públicos de investigación), privado (empresas), social (productores y organizaciones civiles) y gubernamental (en varios niveles y áreas). Esta articulación constituye la tercera función sustantiva de las universidades —la difusión, extensión y vinculación— y es el eslabón necesario para cerrar ciclos virtuosos entre la generación del conocimiento y la formación de recursos humanos para crear bienes y servicios, que produzcan bienestar en la sociedad a través de la innovación.  >> Consultar y/o descargar artículo completo en portal Web de la Revista "Biotecnología en Movimiento", No. 28.